CAPITULO XIII: LA IRA Y LA CULPABILIDAD.

ENFRENTARSE A LA SOLEDAD Y EL AISLAMIENTO.
Resulta fácil verse aislada cuando se desempeñan las funciones de cuidadora.Podrías encontrarte con que estás demasiado atareada para relacionarte con amigos y familiares.Si la gente te visita con menor frecuencia, podría deberse a que ven que estas ocupada y no quieren ser un estorbo.En ocasiones, la gente deja de visitarte porque se siente incómoda ante la enfermedad de tu familiar.Los siguientes pasos positivos podrían ayudarte:
-Dedica un tiempo a contactar con la gente y asegurarle que aún necesitas su amistad y apoyo;
-Intenta ser sincera por lo que se refiere a tus sentimientos y necesidades:no intentes dejar fuera a los demás ni fingir que puedes arreglártelas sola.Para sentirte feliz en el papel de cuidadora,también necesitas sentirte querida y apoyada;
-Muéstrate abierta por lo que se refiere a la enfermedad de tu familiar y a lo que significa en términos de cuidados diarios;
-Tranquiliza a otras personas si se sienten atemorizadas o trastornadas por los síntomas de la enfermedad:recuerda que no están tan familiarizadas como tú con la situación;
-Solicita la ayuda de amigos y familiares e implicarlos en el cuidado de tu familiar.A menudo la gente es más feliz cuando sabe que está haciendo una contribución positiva.
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