CAPITULO XCIV: TIEMPO DE HISTORIA.
¡¡ Buenos días !! ¿Qué tal has descansado?.
-Buenos días,he descansado muy bien, siempre descanso muy bien, cuando no tienes ninguna preocupación uno suele descansar de maravilla.No descansan así de bien los políticos, jajaj, ellos creo que tienen muchas preocupaciones.
Comenzamos a hablar de un tema, ese tema lleva a otro, hasta que acabamos hablando sobre la sociedad .
-Hay que ver como cambia la sociedad de mi época a la tuya.Yo soy de esa sociedad, en la que se dejaban las puertas abiertas, en la que mi casa era también tu casa.Si tu no tenías para comer, yo compartía contigo. Conocíamos los problemas y desgracias de los vecinos y como no, sus alegrías también.Eramos todos una familia,estábamos para lo bueno como para lo malo.Con un poquito de uno, otro poquito de otro, hacíamos mucho.
Había mucha humildad,eramos humanos,sencillos,honrados, leales;no había cabida para la arrogancia,la prepotencia y un largo etc.
Fíjate, me acuerdo como si fuera hoy mismo, unos vecinos de mis padres;se quedaron sin trabajar y además
tenían muchos hijos y una persona mayor enferma,su casa ( su hogar) estaba muy deteriorado.Pues allí estábamos los vecinos, ayudando en todo lo que se podía -( eran malos tiempos, época de hambre, se estaba trabajando ya con 10 años y apenas se iba al colegio,había que ayudar a la familia para poder comer)-si tú tenias que ir a trabajar y no tenias con quien dejar a tus hijos, siempre estaba alguna vecina que se ofrecía para quedar con tus hijos, con los de tus vecinos, y tu ibas a trabajar con toda la tranquilidad del mundo, sabiendo que tus hijos quedaban en buenas manos.
Todas esas cosas, esos detalles, te quedan grabados a fuego en tu corazón,esas vivencias son imborrables.
Me sorprende ver esa gente, que te mira por encima del hombro, que por tu forma de vestir, por tu trabajo, por un largo etc.,se crean superiores a uno.No se dan cuenta que hoy a lo mejor tienen algo y mañana se pueden quedar sin nada.Que en esta vida que es muy larga; lo material, la envidia, la codicia son malas aliadas y cuando te des cuenta estas tirado en una cuneta, en un banco, en un centro de acogida, o sabe Dios donde.
Esta sociedad tiene que cambiar porque si se pierden todos estos valores vamos a la ruina.Hay que ver como en pocos años todo cambia.Es triste, pero esperemos y confiemos que todo vuelva a buen puerto.
Aquí os dejo otro capítulo, os mando un gran abrazo a tod@s
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