CAPÍTULO CLXVIII : CONTINUAMOS LA JORNADA.


Buenos días a tod@s ¡¡ después de un intenso fin de semana, aquí me encuentro de nuevo con más capítulos llenos de muchas anécdotas, cariño, superación, lucha...., en fin, que os voy a decir que no sepáis.
El viernes a la tarde, como siempre regresé al domicilio, allí estaba él; en su silla, con una gorra, ya que, era una tarde muy soleada, con sus manos cruzadas y mirando a ninguna parte,estaba esperando mi llegada.
Buenas tardes ¡¡¡¡ lo saludé muy efusivamente, a lo que él me respondió, con un ¿Quién eres ?, le dije ¡ Soy Elena !, el responde : ahh , déjate de cuentos anda, y ponte a trabajar ; todo ello con una voz muy viva y rotunda, muy cortante.
Me quedé de piedra, después de 5 años, era la primera vez que me hablaba así, sabía que a mis compañeras, les hablaba así incluso con gritos; pero a mí,como dijo su mujer:¡ anda ! es increíble, alguna vez te tenía que tocar, y aún así no te quejes, no fue nada; todo ello dentro de una confianza, y con una sonrisa.
Le dí la cena, y me lo llevé para su habitación.Cuando estaba listo, me despedí de él, y le deseé un buen descanso.
Llegó un fin de semana, muy cargado de balonmano; allá nos vamos el sábado a las 10 de la mañana, al pabellón,para pasar allí todo el día.Fue una jornada muy intensa, un hijo jugando y el otro arbitrando, pero a la vez, decir que también muy agradecidos, porque conocí a una blogger se llama BEGOÑA PEDRIDO blogger de un blog sobre el balonmano, estábamos deseando toda la familia conocerla, y al final llegó el gran día, darle las gracias por su presencia y a su amiga, que también es muy encantadora.Fue un gran fin de semana.
Llegó el lunes, a la mañana , ya estaba de nuevo en su domicilio, comienza la jornada de nuevo, muchas ganas de volver a verlo,ya que, el viernes quedó enfadado.
Me saludó su esposa, ella tenía un fuerte dolor de cabeza, decía que era por falta de descanso, y que se iba a acostar, así aprovechaba mientras que yo, estaba en el domicilio.
Pero antes, fui a saludarlo, todo el afán era que me extrañaba, ¡Extraño a la Elena! decía con voz alta.
Cuando llegué a su habitación, y le dí los buenos días, el me saludó y me dijo que ¡ Bienvenida, estoy a tus órdenes!, jajjjaja, vale  y yo a las tuyas, vengo ahora- le respondí yo .
Ahora tengo que regresar a la tarde, a ver que tal lo encuentro.
La verdad, que vuelve otra vez, a tener ese catarro, que se te pone en el pecho, y el ya no tiene esa fuerza para toser y arrancar. Vamos a ver...
Aquí queda otro nuevo capítulo.
Un abrazo grandote para tod@s






Comentarios

Entradas populares