CAPITULO LXIX: CONFESIÓN.

Hacia tiempo que no nos veíamos.Ella es una amiga de siempre a la que yo le tenía un gran afecto.Es una de esas personas que siempre admiraste.
Cuando llegué ,la vi, me estaba mirando pero a la vez distante, la mirada lo decía todo, estaba en otro lugar.Finalmente me miró sonrió pero con lágrimas en sus ojos.Su semblante era contradictorio, estaba triste pero a la vez contenta de verme allí. ! Por fin has llegado¡ te estaba esperando, le dí dos besos, me hizo un gesto para que me sentara.Le pregunté ¿como estaba? a lo que me respondió : bien, pero se da la casualidad de que hoy tengo uno de esos días tontos, que te da por recordar y que una tiene ganas de desahogarse.Me sirvió esa taza de chocolate caliente y me comenta :""Te voy a contar una historia que jamás conté y necesito hacerlo, quiero contártela a ti, porque sé que nunca me vas a fallar".

Toda mi vida la pasé : callando, superándome a mi misma, preguntando ¿porque? ( de las cuales obtenías  algunas veces respuesta y la mayoría de las veces te mandaban callar ,ya que, eras una mocosa), intentando hacer las cosas bien -incluso llegando a rozar la perfección- ( si las cosas las hacías mal te requiminaban y hasta que no te salieran bien te gritaban, te reñían hasta que todo saliera perfecto ) apostilló.
Era esa típica hija que todo padre querría tener,me llamaban " Doña Perfecta".Pasé toda mi infancia anhelando esos abrazos, esos besos, esas caricias, esas muestras de afecto que todo padre y madre dan a sus hijos.Esas palabras de motivación, esa preocupación para demostrarle a tu hijo que estas ahí, que tiene tu ayuda .Llegué a tener unos intentos de suicidio con pastillas.Pero a todo esto mi madre piensa que fue un acto de rebeldía nada más,una cosa sin importancia.
Decidí formar mi propia familia a lo que mi madre sobre todo, esa idea no fue de su agrado, no le gustó.
Mi padre siempre fue un bonachón,siempre mostró cierta predilección por mi,veía que era justa,legal y que se podía confiar e mi, que no te traicionaría.Cosa que mi madre y hermanos eran todo lo contrario,siempre les gustaron: las mentiras, el odio,los líos, bueno todas esas cosas.
Yo la miraba con los ojos abiertos como platos,no daba crédito a lo que estaba escuchando;como estaba confiando en mí haciendome participe de semejante historia.Me encontraba como esa niña pequeña ansiosa por escuchar aquellas increíbles historias que contaban nuestros abuelos.
Prosigue con su historia, formé mi propia familia y ella siempre estaba en contra de toda la decisión que yo tomara.Llegó incluso a decir cosas tan graves como :"" que no nos quería ver ni en pintura","que no quería saber nada de nosotros", siempre me he preguntando ¿por que? sin hallar ninguna respuesta.Yo la interrumpo en ese momento y le comento lo que me dijo un día un señor en un domicilio: "Una vez una señora se encontró con una vecina y le dijo que porque le dedicaba tanto tiempo a esa hija descarriada,que no hacia obra de ella ;todo eran mimos,cariños, buenas palabras y la mostraba como la mejor hija del mundo, y al otro hijo que tenía, apenas le mostraba esos cariños e incluso llegaba a ignorarlo.La respuesta de esa madre fue:Que el hijo es tan bueno, es tan fuerte, siempre hace las cosas bien , quiere tenerme contenta y que muestre orgullosa de el, pero mi hija  si yo no la quiero quien la va querer."
Ella me miró, como si no comprendiera o encontrara esa respuesta que estaba esperando desde hace tanto tiempo.Pero continua con su narración.Siempre he deseado estar con los míos y con mis padres y hermanos también, escucharlos, besarlos, pero no puede ser.Sería la mejor lotería que me podría a ver tocado.
Perdona esta confesión, pero tenía ganas de contárselo a alguien y preferí que fueses tú.


Aquí os dejo otro capítulo espero que os guste un abrazo para tod@ss.


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